sábado, 2 de septiembre de 2023
miércoles, 2 de agosto de 2023
martes, 1 de agosto de 2023
JOSÉMARÍA CABRERO BASTARAS. VIVENCIAS Y AMORES DE UN CURA DE PUEBLO
Mariano Altemir Lascorz, alcalde de Alquézar
Cuando ya hace un tiempo comenzamos a pensar en la necesidad de escribir un libro sobre José María Cabrero Bastaras, tuvimos en cuenta dos factores fundamentales:
El primero, escribirlo en vida del homenajeado, y que él mismo participara, de una manera activa y cómoda, en la redacción de los textos.
El segundo, que el escritor narrador fuera alguien cercano a José María Cabrero, conocido y querido por él. Y creo que la elección de José Antonio Adell ha sido muy acertada, porque ha realizado estu- pendamente su labor.
Han pasado más de dos años, un tiempo largo pero intenso. Y por fin, sale a la luz este libro imprescindible, sobre una persona para la que cualquier adjetivo positivo es poco. Los primeros que me vienen a la mente serían: comprometido, generoso, altruista y caritativo. En definitiva, una extraordinaria persona para mí (EL CRISTO EN LA TIERRA).
Tener la suerte inmensa de contar con José María Cabrero en nuestros pueblos del Sobrarbe y Somontano, una persona cercana, trabajadora y siempre humilde, y de poder compartir nuestras vidas con él, produce una gran satisfacción. Fácil lo hemos tenido los que nos dedicamos de forma altruista a mejorar nuestros pueblos y nues- tro querido territorio, con el consejo siempre certero de una persona que nos transmite positividad y cercanía.
Él es y será consecuente con la decisión personal y de vida, de dedicación y compromiso a la fe católica.
Quisiera recordar, lejos en el tiempo pero cerca en la memoria selec- tiva, la satisfacción que produjo su llegada, la de un cura muy joven, en el año 1977, a las parroquias de Buera, Radiquero, San Pelegrín y Alquézar. Y, cómo día a día, se fue ganando a nuestras gentes con tra- bajo, cercanía y apoyo personal y su dedicación a la recuperación de nuestro patrimonio religioso.
Después, en el año 1995, asumió también las parroquias de Asque y Colungo. Y, en 1999, se incorporaron las de Almazorre, Arcusa, Cas- tellazo, Bárcabo, Eripol, Betorz, Hospilated, Las Bellostas, Lecina, Morcat, Paúles, Santa María de Buil, Santa María de la Nuez y Sarsa de Surta. Y por último la parroquia de Adahuesca en el año 2018.
jueves, 13 de julio de 2023
martes, 11 de julio de 2023
OTAL. ENTRE ERATA Y PELOPÍN. EL PUEBLO QUE FUE. JOSÉ MARÍA SATUÉ
PRESENTACIÓN.
Otal es un pequeño pueblo del Alto Aragón, allá en Sobrepuerto, al NO de Sobrarbe y perteneciente al ayuntamiento de Broto, en donde palpitó la vida durante varios siglos, hasta que en 1969 emigraron sus últimos habitantes, desapareciendo la vida permanente. Porque de forma temporal, continuaron subiendo durante el verano dos vecinos con sus rebaños de ganado lanar y vacuno, desde su domicilio invernal en Biescas, hasta 1999. Se trata de los hermanos Pascual Sanromán Sampietro y de su hermana Presen, de casa o Royo, que fieles a su actividad familiar, decidieron continuarla hasta el fin de sus días, sorteando la soledad y el silencio del lugar. Creemos que se merecen esta cita como un sentido homenaje a su constancia y valentía. Tras ellos ha quedado totalmente deshabitado, jamás abandonado, porque su presencia siempre seguirá latiendo entre los que allí nacieron y vivieron.
Sus orígenes se pierden en la nebulosa de los tiempos -los primeros documentos que lo citan son del siglo XI-, y, como otros lugares de la zona, surgiría por la voluntad de un grupo de personas de desarrollar allí su vida y de perpetuarla a lo largo de varias generaciones. Desde entonces, sus gentes trabajaron con ahínco para sobrevivir en un medio geográfico complicado y difícil, adaptándose a unas condiciones naturales complejas –relieve y climatología-, mediante su inteligencia, su esfuerzo y su sentido común. Pensaban que la vida humana perduraría por mucho tiempo, que de su esfuerzo se beneficiarían sus descendientes en una cadena sin fin… Así se explica su trabajo inmenso para construir unas infraestructuras básicas: trazando caminos, construyendo sólidas casas, pajares y casetas, levantando paredes enormes para sostener los campos en las pendientes laderas…
Pero, llegados a la mitad del siglo XX, las circunstancias socioeconómicas cambiaron: se produce una decadencia de la economía rural, tradicionalmente autárquica, y surge con fuerza la sociedad industrial y de servicios. Hasta entonces las gentes vivían conformadas a las enormes dificultades, pues en todas partes las había, aunque ahora se vean las cosas de otra forma, con diferente perspectiva. Fuera de la zona se ofrecía una mejor calidad de vida, con nuevas condiciones laborales y dotación de servicios: en los centros fabriles, en las ciudades, en los pueblos que surgieron al amparo de los planes de regadío. Mientras que la montaña permanecía invariable, hasta allí no llegaba el progreso que se palpaba en otras latitudes. Y lo que hasta esos años parecía satisfacer plenamente las necesidades vitales de las gentes, se tornó en detestable: se abrieron los caminos para emigrar. Así surgió la ‘sicosis de la marcha’ en busca de una vida mejor. Empezaron unos, siguieron otros. Los más reacios, indecisos, o con más apego a la tierra se quedaron los últimos. Al final tuvieron que irse por la incapacidad de mantener en solitario unas condiciones mínimas de supervivencia (edificios, campos, fuentes, caminos).
Desde 1969 el pueblo quedó a merced de los vientos, de las lluvias y nieves, que han reducido a escombros la mayoría de sus edificios, engullidos en parte por la vegetación, que trata de borrar las huellas del hombre, el paisaje humanizado. Cuando desaparezcamos los últimos nativos, ¿quién sabrá lo que hubo en estas tierras? Para que quede constancia, queremos ser la memoria de Otal, resumiendo en este libro la vida de este querido pueblo. Todo lo que aquí se expresa está basado en las propias vivencias del autor, de sus ascendientes y de familiares, exvecinos y descendientes que han colaborado aportando sus emotivos recuerdos y fotos.
En definitiva, ofrecemos un documental, ya histórico, a los descendientes que acuden al lugar de sus antepasados por simple nostalgia y a los numerosos senderistas, simpatizantes y amigos, que llegan hasta allí para contemplar sus increíbles paisajes, formaciones geológicas y muestras de la arquitectura tradicional de piedra seca (restos de fachadas, pajares, hierberos, bordas de era, casetas, grandes abancalamientos, pilones de pastores, etc.). Y a disfrutar del más absoluto silencio.
viernes, 7 de julio de 2023
CASTEJÓN DE SOS DE JOSÉ MARÍA ESTABLES
Geográficamente el valle de Benasque-Alto Ésera presenta cuatro zonas perfectamente definidas: Campo y su entorno, al sur del Congosto de Ventamillo, que históricamente ha per- tenecido casi siempre al valle; la zona media –antiguo “valle Sositana”-, que se extiende entre el norte del Congosto de Ventamillo –término de El Run-, y los antiguos límites entre Eriste/Grist y Sahún/Saúnc; la segunda zona intermedia, que se extiende entre esta última población y el norte de Benasque; y por último desde puente Cuera, hasta la cadena axil, con los Llanos del Hospital y valles adyacentes.
Cuando el visitante se adentra en cualquiera de los pueble- citos del entorno del Alto Ésera, desde donde comienzan las edificaciones hasta la parte más alejada del caserío, puede ir descubriendo en las fachadas de las casas y en los rincones que existen entre los bloques edificados: portadas, ventanas, hornos cuya volumetría invade el espacio, y mil maravillosos pequeños detalles arquitectónicos. Si se tiene la oportunidad de asomarse al patio o la parte baja de alguna de las viviendas más voluminosas, es posible que se lleve una sorpresa debido a los impresionantes arcos de piedra del país que pueden contem- plarse en muchas viviendas de las poblaciones benasquesas.
El fin de este Ensayo de Diccionario sin embargo no es ser- vir de simple guía turística, ¡aunque siempre podría utilizarse en tal sentido!, sino más bien informar al interesado de los dis- tintos aspectos de la cultura aplicados a una pequeña población del valle de Benasque y de su antiguo término, para poner de manifiesto la riqueza que la naturaleza y la huella humana deja- ron en ellos, de manera que quede constancia ya que el paso del tiempo y sobre todo la continua acción inconsciente tienden a que todo ello se pierda de forma inexorable.
lunes, 5 de junio de 2023
martes, 30 de mayo de 2023
viernes, 12 de mayo de 2023
jueves, 11 de mayo de 2023
viernes, 5 de mayo de 2023
RUTA POR LOS CASTILLOS DE RAMIRO I. PRIMER REY DE ARAGÓN DE MANUEL VEGA MARTÍNEZ
Buscar y encontrar satisfacciones a través de la Cultura, el Arte, la Arquitectura y la Historia es un placer. Transitar por espacios abiertos y respirar aire puro es saludable y en estos tiempos vital.
Cuando Manuel me comentó la idea de hacer una ruta por los castillos de Ramiro I por tierras aragonesas no dudé en apoyarle. Siempre es un placer escuchar sus explicaciones. Además, realizadas in situ, son garantía de aprender y aprehender (tocar con la mano). Este viaje fue diseñado como un regalo para nuestros amigos, como lo será para todo aquel que quiera acompañarlo de este modesto libro. Por ello y para ello comencé a trabajar en el encaje y ajuste de los tiempos para el avituallamiento, los desplazamientos y las pernoctas. Y así, como si de un puzle se tratara, surge esta ruta.
De la mano de este libro, el lector descubrirá por tierras altoaragonesas los castillos en tiempos de Ramiro I. Seguramente hayas visto alguno desde la carretera colgado de un cerro en la lontananza... o lo visitaste en alguna ocasión, te impactó y te quedó pendiente hacerle otra visita. En cualquier caso, este libro está pensado para ayudarte a descubrirlos.
Asomarse casi a vista de pájaro a los miradores de la historia y transportarse a otras épocas, donde la supervivencia debía ser durísima. Cuestionarse con ojos curiosos, casi infantiles, cómo sería el día a día de aquellos pobladores. Escuchar lo que las piedras ocultan... pensando que tal vez quieran susurrarnos el secreto de una larga vida.
Por todo ello este libro recoge la experiencia de algo más que una simple excursión. Es también una vuelta por los albores del Reino de Aragón, por nuestro pasado.
Sara Rubio
lunes, 24 de abril de 2023
lunes, 17 de abril de 2023
lunes, 10 de abril de 2023
viernes, 7 de abril de 2023
DISTOPÍA EN PIRACÉS. GEN 2036 DE ELOY FORTÁN BAILO
Año 2036, pueblo de Piracés, frontera sur de la Hoya de Huesca, paradigma de la España
vacía y zona de distensión entre el gobierno de Hispania y la recién independizada Cataluña.
La crisis climática, las guerras, tres pandemias y ocho procesos de devaluación han
descolgado hacia la periferia del capitalismo el cinturón sur de Europa. Pero no todo está
perdido: las nuevas tecnologías de alienación no llegan a las regiones olvidadas. Las personas
aquí pueden seguir experimentando su humanidad: sentir, reír, amar, sufrir, llorar y defenderse
si llega el caso.
HISTORIAS, CUENTOS Y LEYENDAS DEL PIRINEO DE JOSÉ ANTONIO ADELL CASTÁN Y CELEDONIO GARCÍA
El Pirineo no es solo una cordillera o valles por los que discurren ríos y arroyos
con aguas cristalinas, montañas nevadas o paisajes singulares, es, además, el hábitat de
poblaciones y aldeas diseminadas donde sus habitantes, con mucho esfuerzo, han
desarrollado sus vidas.
Con el paso de los siglos se han mantenido, por transmisión oral, historias,
cuentos y leyendas que forman parte de la cultura popular y de las raíces de sus
pobladores; algunas de esas historias, cuentos y leyendas las vas a encontrar en las
páginas de este libro.
En el Pirineo aragonés se perpetúan historias de sus monarcas, de cuando
Aragón fue reino; de sus santos, con ermitas y lugares que los recuerdan; pero también
de mujeres acusadas de brujas, con finales trágicos; de bandoleros y contrabandistas, o
de personajes populares.
En los cuentos aparecen seres fabulosos y mitológicos: encantarias y moricas;
genios, duendes y diablillos; gigantes, narraciones de la noche de ánimas o de la
Navidad. Y las leyendas aluden a sus montañas, a las brujas y diablos o a temas
amorosos.
El Prepirineo también se encuentra presente en esta publicación con bellos
relatos del castillo de Loarre, de la fortaleza de Alquézar, de las Santas Nunilo y Alodia,
de las abuelas de Sevil, del bandolero Chichón de Nueno o del Salto de Roldán y Guara,
entre otras.
PUY DE CINCA. EL PUEBLO QUE FUE DE CRISTIAN LAGLERA BAILO
Corría el año 2004 cuando visitamos por primera vez Puy de Cinca.
Acompañamos en aquella calurosa excursión a mi tío Francisco Gabás, de
casa Vidaller. Desde ese momento hasta hoy, lo hemos visitado prácticamente
todos los años, exceptuando ese año negro que fue el 2020.
Durante todo este tiempo, hemos recorrido sus maltrechas calles, hoy por hoy
engullidas por un océano de maleza verde. Hemos tomado cientos de
fotografías, estudiado su iglesia y sus ermitas y, por supuesto, entrevistado a
varios de sus antiguos vecinos. También hemos conseguido alrededor de un
centenar de fotografías de cuando el pueblo rebosaba vida.
Este trabajo pretende restaurar, al menos, la memoria de Puy de Cinca. No hay
otro objetivo ni intención. Teníamos una deuda con este lugar y la sincera
necesidad de saldarla, dejando por escrito, aunque sea de manera somera,
cómo transcurrió allí la vida de sus últimos moradores.
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