VOLVER A LA PÁGINA DE INICIO

VOLVER A LA PÁGINA DE INICIO editorialpirineo.com

domingo, 24 de febrero de 2013

"YO TAMBIÉN ESTARÉ CONTIGO CUANDO LLORES" - PRÓXIMO LIBRO DE MERCEDES NASARRE. A MEDIADOS DE ABRIL ESTARÁ EN LAS LIBRERÍAS.

 

               Siempre nos fascinan las historias de dolor y de amor.  Quizás, “porque todos somos fuente de dolor, de abandono o de injusticia, para los demás o para nosotros.  Grandes crímenes o pequeños dolores, da lo mismo.  Todos nos ocasionamos muchas o pocas veces, el dolor”. 

               Esta es una novela que escudriña el corazón hasta analizar profundamente la lógica de una depresión y de una regeneración.  El lector se encontrará en las primeras páginas con la mente confusa y sin dirección de Rebeca, la protagonista.  En el primer encuentro con el Doctor Lisieux se opera el contacto y puede empezar el cambio. 

               Con una narrativa intensa e íntima, la autora nos sumerge en lo más hondo de la persona, en ese terreno que es el verdadero lugar de la libertad.  “Porque pertenecemos al alma de una época, de un territorio, de una generación.  Somos miembros del alma familiar, a veces de la tragedia familiar”.  Pero ahí, en la soledad última, donde se encuentra lo auténtico y lo amoroso, siempre es posible la transformación.

 

              




               Hay varios motivos por los que he escrito este libro.
 

               Primero,  porque quiero continuar con la idea de trasmitir esperanza que inicié en el anterior “Un psiquiatra se pone a rezar”.
(Los referentes son los mismos: el Hermano Albert y el Dr. Liseaux). 

               Segundo, porque me gusta mostrar que en lo íntimo, pase lo que pase, siempre es posible la transformación. 

               Y tercero, porque quiero contar historias que lleven a lo profundo, que den luz.  Contarlas desde lo que yo sé, desde mi propia experiencia. 

               Esta es una novela psicológica, escrita como un monólogo íntimo. 

               Los primeros capítulos dejan entrever el drama y la falta de dirección de la mente cuando se ha entrado en una depresión.  Ruego a los lectores que sigan leyendo. 

               En las depresiones graves (las hay también leves y moderadas), la persona ha abandonado su voluntad.  Todo se ha hundido, lo afectivo, lo cognitivo, lo físico…  Muchos son los caminos que llevan a la depresión.  Hoy en día, este trastorno es cada vez más frecuente.  Resulta complicado explicar y éste no es el medio para hacerlo, por qué estos estados se han incrementado en nuestra sociedad y se dan en cualquier edad.   

               Ojalá entendamos el aumento de estos trastornos como una interpelación a nuestra manera de vivir.  Podríamos ver entonces la depresión como un grito de protesta para reflexionar sobre los pilares en los que se construye la vida humana. 

               De la depresión se puede salir y entonces se puede comprender que el mundo es algo más que lo superficial. 

               La vida tiene en sí misma la capacidad de transformarnos, pero muchas veces no estamos abiertos, permanecemos bloqueados en nuestro propio yo, inmersos en nuestra maraña psíquica. Los seres humanos tenemos muchas capas cubriendo el fondo de nuestro corazón.   Debajo de lo que nos ocurre está todo el daño que hemos recibido y más íntimamente, está nuestra reacción, el lado más oscuro, nuestro mal interior.  Estoy convencida de que las heridas del vivir nos obligan a seguir trabajándonos para seguir madurando, porque todo es un itinerario hacia la profundidad.  Es más, sólo desde la fragilidad podemos conectar con lo más auténtico y amoroso de nosotros mismos y de esa forma, nos volvemos más humanos, sensibles y compasivos. 

               Quiero recordar que en este camino de vivir, siempre necesitamos estar acompañados en el dolor, de ahí el título de esta novela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario