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lunes, 28 de abril de 2014

INTIMIDAD. ARTÍCULO DE LA PSIQUIATRA MERCEDES NASARRE. ABRIL 2014.

I N T I M I D A D




              Si tuviera hermosas palabras hablaría del misterio del amor.  No sabemos bien qué es, pero sí sabemos cuando está presente.  Si amamos en pasado, en realidad, estamos recordando y si amamos en futuro, fantaseamos.  El único lugar donde encontramos el amor es en este momento presente, aquí y ahora, en nuestra intimidad.

              Esta intimidad que nos conecta los unos con los otros y que nos hace sentir que  pertenecemos.  Trascendemos, vamos más allá de nuestra limitada identidad y, superando la separación, experimentamos el amor.

              Ojalá que siempre amáramos bien.  Tendríamos la misma vida que vivimos, no otra, pero celebraríamos las pequeñas alegrías de cada día estimando los vínculos, apreciando profundamente a cualquier persona.  Las mismas actividades de un día corriente pero con muchos momentos de asombro, ternura o sensibilidad.  Ya sé que no es así, que otras emociones más negativas, multitud de veces, toman el mando de nuestro corazón.

              Ojalá que nos fijáramos en cada persona de nuestra vida y le expresáramos toda la estimación y el agradecimiento que le tenemos.  Y que ese sentimiento evocara un amor cada vez más profundo.

              Si supiera utilizar mejor las palabras hablaría de lo más hondo, incluso podría demostrar que orar es amar. Explicaría que no importa creer o no creer, que las diversas tradiciones religiosas, en realidad, nos muestran el camino del amor como camino hacia Dios, pero también nos hablan de que Dios, que está en el fondo más íntimo, es el camino para el amor profundo y permanente.

              También daría gracias por la vida, por los árboles, por el sueño azul e infinito del cielo, por los pájaros, por lo que es natural y espontáneo y por el esfuerzo humano, que no dejará de querer conocer. Y por ÉL, el Cristo, porque con nadie, que no sea él, se puede acceder al abismo del dolor humano.

              Si tuviera palabras contundentes diría que todo lo que nos aleja de la intimidad, nos aleja del amor, y sin él, perdemos el anclaje en nuestro propio ser.  Y nos perdemos.






                                                                         Mercedes Nasarre Ramón.
                                              
                                                                                      Psiquiatra.





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